La fuerza laboral en México trabaja 23% más que el promedio mundial y ocupa los últimos lugares en productividad.
Un camino de mutuo beneficio para empresas y personal es implementar esquemas donde el cumplimiento de metas se refleja en incentivos.
Aumentar la eficiencia y contribuir a lograr los objetivos del negocio.
Reducir al mínimo los accidentes de trabajo, permitiendo reducir costos médicos y faltas del personal.
Cumplir efectivamente con el plan de producción trazado para los proyectos o manufactura.
Reducir costos de inversión en materiales al reducir el desperdicio.
Reducir la rotación de personal.
Crear una cultura de calidad y seguridad laboral mediante esquemas de incentivos que premien la calidad, el cumplimiento y penalizan los accidentes laborales.
El crecimiento económico de países de ingreso medio como el nuestro, sólo puede darse a partir de utilizar de forma más eficiente los recursos con los que ya contamos, es decir, a partir de ser más productivos. (México Cómo vamos, 2023).
El aumento en la productividad puede generar mejor calidad de vida para las y los colaboradores, reducir horas de trabajo y mejorar la percepción económica.
En México sólo el 72% de las y los colaboradores desean permanecer en su empresa. La insatisfacción con la compensación salarial es uno de los principales factores que lo propician.
Los costos asociados con el proceso de reemplazar a un colaborador de cargo medio pueden significar hasta el 400% del salario mensual; sumando el valor de la contratación, entrevistas, capacitación, costos de oportunidad y tiempo de inactividad (Bersin by Deloitte, 2021).
Existen diversos esquemas de ganancias compartidas, desarrolla el tuyo de acuerdo a las áreas de oportunidad y objetivos que tu empresa presenta. Lo importante es plantear un modelo donde todos ganen.
1
Desarrolla indicadores generales para identificar las áreas de tu empresa que necesitan mayor atención. Genera tu esquema para potenciar el incremento de valor en las áreas que más lo necesiten. Por ejemplo: definir un porcentaje de ganancias a compartir por factores como ahorros generados, reducción de desperdicio, metas de productividad y reducción de accidentes.
2
Evalúa la viabilidad financiera. Es importante determinar cuánto se puede destinar a este programa y cómo se calcularán las ganancias compartidas.
3
Convoca a los liderazgos para generar un esquema de ganancias compartidas que responda a las necesidades de tus colaboradores a la par de los objetivos planteados por la empresa.
4
Comunica sus beneficios. Utiliza las áreas de mayor tránsito dentro de tus instalaciones y canales más frecuentados, genera eventos y reconoce los logros de los equipos.
Mantener alta transparencia en los objetivos desde el principio.
Crear metas claras, retadoras y alcanzables para las y los colaboradores.
Llevar una medición efectiva y organizada semanal, quincenal, mensual o trimestral de la productividad.
Monitorear y evaluar el desempeño antes y después del programa.
Mantener flexible el programa revisando y reajustando.
Falta de claridad en quiénes acceden a este beneficio.
Comenzar con metas demasiado ambiciosas o poco claras.
Establecer un esquema donde únicamente la empresa o los colaboradores resulten beneficiados.
No modificar los objetivos del programa a medida que se desarrolla.
Porcentaje de cumplimiento de objetivos.
Indicadores de eficiencia operativa.
Indicadores de rentabilidad por área.
Índice de rotación de empleados.
